Mi amigo Juan "el
ferroviario"
Con profunda tristeza recibo la noticia del reciente
fallecimiento de Juan Becerro, “Juan el ferroviario” La sorpresa ha sido aún
mayor, porque desconocía que padeciese la enfermedad que le fue detectada hace
unos meses.
Desde su visión personal, desde sus más hondas convicciones,
desde su perspectiva ideológica… siempre mantuvo conmigo animadas
conversaciones en las que se sucedían nuestras coincidencias y nuestras
divergencias. Al final de tantos diálogos quedaban nuestras posturas
inmutables: él era así y, yo, soy como soy. Dejábamos nuestro debate en tablas
y nos emplazábamos para uno nuevo tan pronto como se presentase la ocasión. Y
esa ocasión se producía al día siguiente, a la semana siguiente o al verano
siguiente. Y así a lo largo de los últimos diecinueve años.
Su amor hacia la Literatura hizo que profundizara nuestra
amistad año a año. Han sido muchísimos los libros que Juan me ha prestado y que
me han servido para enriquecer mi hábito lector, así como para encontrar una
nueva fuente de conversación con él.
Su afición a la pesca le llevó a invitarme en bastantes
ocasiones para que le acompañase. Yo le decía: “te lo agradezco, Juan, pero soy
pescador de tierra adentro, mientras que tú lo eres de mar afuera”
Añoraremos tus ratos de “palique”, tus apariciones por la playa
al caer la tarde, tus buenos detalles, tu crítica ácida, pero constructiva....
Descansa en paz, amigo Juan. Que sepas que, los que tuvimos la
suerte de conocerte y de departir contigo, te echaremos de menos y te
recordaremos con la nostalgia que aflora en el corazón cuando se marcha un
verdadero amigo.
Carlos de la Haza
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